En Homero se nos pone de manifiesto también es espíritu combativo que animaba a los griegos en todas las manifestaciones de la vida. La “competición” se denomina en griego “Agón” y se ha intentado explicar por esta mentalidad agonística la perfección que los griegos alcanzaron en el arte, la literatura y, en general, en todas las manifestaciones culturales y es este espíritu competitivo lo que explicaría el nacimiento y desarrollo de los juegos en Grecia. En los poemas de Homero aparecen ya el espíritu y los estímulos que empujaban a los nobles griegos a competir entre sí por el afán de gloria, sin olvidar tampoco la ventaja material que podía proporcionar la victoria. Los héroes de Homero son calificados por el poeta como Atletas, cuya mayor aspiración es ser siempre el primero y superar a los otros. La mentalidad de los nobles homéricos se puede explicar porque entonces se practicaba una forma de combate individual,
entre guerreros que se trasladaban a caballo al campo de combate y que, después, pie a tierra, luchaban cuerpo a cuerpo. Pero esos mismos valores continuarán vigentes en la sociedad griega cuando la guerra se convirtió en cosa de ciudadanos que luchaban en cerradas falanges de Hoplitas. Los poetas continuaron ensalzando las cualidades que caracterizaban a los nobles guerreros y que fueron aplicadas también a los atletas. La valentía era la virtud que distinguía al guerrero y al atleta, y la gloria la recompensa paraambos.
El concepto griego de competición atlética no incluía la frialdad de cálculo ni la sujeción de la voluntad individual al estricto convencionalismo de los reglamentos ni la noción de “fair play” que informan los juegos de equipo modernos. La historia política nos demuestra que los griegos difícilmente podían cooperar en grupos de trabajo o de dirección. El Atleta de competición contaba con los dioses y la inspiración del momento para imponerse por la fuerza de sus músculos, y tanto los espectadores como la sociedad esperaban que en la actuación del atleta se reflejasen el estado de trance y el paroxismo del esfuerzo propiciado por los dioses protectores. En relación con lo anterior se encuentra el concepto de “areté” (virtud) que abarcaba tanto el cuerpo como la mente y que adquiere el significado de excelencia. La areté
de un hombre, en general, tiene que ver con su moral, su intelecto, su físico o su practicidad.
Los juegos estaban destinados a poner a prueba la areté del hombre completo y no solo de una
actividad en la que se especializara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario