9 de octubre de 2010

El deporte,intento de definicion y teorias sobre su origen (parte 11)

La Historia cultural del deporte: R. Mandell. 
Aunque la obra de Mandel (1983) lleva el mismo título que hemos dado a este epígrafe, quizás la propuesta que realiza para explicar los orígenes del deporte en la sociedad contemporánea sea mejor definida si la entendemos como una teoría socioeconómica. En efecto, Mandell parte del supuesto, comúnmente aceptado por todos los especialistas, de que el deporte surge en Inglaterra, pero a diferencia de otros autores –Diem, por ejemplo- rechaza la idea de que su génesis y relevancia se deban atribuir a determinadas peculiaridades idiosincrásicas del pueblo inglés. Prestará mayor atención a las condiciones y tranformaciones sociales y económicas, aunque inicia su discurso señalando que estas se deben a la peculiar evolución geopolítica de Inglaterra.

En una perspectiva de larga duración, este autor hace hincapié en la situación de aislamiento de Inglaterra y en la invasión normanda a comienzos del siglo XI como dos hechos que determinarían la imposición de una autoridad central –frente a la dispersión feudal existente en la Europa continental- que, con el paso del tiempo, permitiría la configuración de ciudades abiertas junto a clases aristocráticas, profesionales y comerciales que manifestaban un claro sentido “nacional” por encima de cualquier vinculación de carácter localista. Este proceso histórico propiciaría también que los enfrentamientos políticos acaecidos en Inglaterra fuesen de una gravedad menor a los que ocurrían en Francia o Alemania y que también fuese mayor la posibilidad de movilidad social frente a la que era posible en la sociedad estamental establecida en el continente. Esta situación en su conjunto sería responsable de que tanto los grandes terratenientes como los obreros y jornaleros disfrutasen, en general, de mejores condiciones de vida que en el continente y esto daba lugar a lo que considera “una explotación más lujuriosa del ocio y una más libre experimentación de las formas de espectáculo y juego”. A medida que se acerca la época contemporánea, tanto las posibilidades de movilidad social, como el dinamismo comercial y financiero constituyen elementos a tener en cuenta para explicar la forma en que se desarrolló el deporte en Inglaterra.
Mandell considera que algunos aspectos que se derivan del progresivo desarrollo del comercio, en concreto, la capacidad de intuir las posibilidades de éxito en operaciones especulativas y la tendencia a sopesar distintas posibilidades para apostar y obtener beneficios a partir del conocimiento de los mercados, constituyen la expresión de una actitud mental completamente nueva que se desarrolla durante el siglo XVIII y que, después, se convierte en característica del mundo industrial. A partir de esa actitud se deriva la creación de conceptos como el de récord deportivo, que se desarrolla cuando suge la necesidad de apreciar y establecer de manera nítida el logro cuantificable; también la progresiva búsqueda de la supremacía deportiva y la preparación metódica para conseguirla, que serían entendidos como inversiones en tiempo y trabajo para producir más y mejor; en fín, la realización de apuestas deportivas desde criterios objetivos y racionales, científicos, donde se analiza el riesgo sobre la base de las posibilidades de éxito y beneficio. La génesis y desarrollo del deporte no solo facilitó la adaptación mental de la sociedad inglesa a las nuevas demandas del mundo industrial, sino que supuso también un importante estímulo para que esa mentalidad fuese adoptada.
La transformación que sufre la configuración social de inglaterra a lo largo del proceso industrializador, asumiendo e integrando tanto en su cultura como en la vida cotidiana conceptos y prácticas como las de racionalización, estandarización, precisión en las mediciones, etc., surgidas precisamente de ese proceso, lleva a que esos mismos elementos pasen a formar parte de la práctica deportiva, a la que progresivamente iban dando una orientación hacia la consecución de una mayor eficacia que fuera demostrada estadísticamente y a través de los éxitos, es decir, del mismo modo en que se hacía patente esa eficacia en el mundo industrial y comercial. Al tiempo que los nuevos criterios económicos impregnaban el deporte, las transformaciones que se producían en el ámbito político no dejaban de tener una gran influencia sobre el mismo, así, la tendencia que se puede observar hacia la racionalización y codificación tanto de las leyes como del gobierno, tendrían su correlato en el ámbito deportivo en los reglamentos cada vez más elaborados y en su estricta aplicación a través de los jueces y árbitros.
Para este autor se deben resaltar algunos elementos “negativos” en la configuración del deporte. En primer lugar, la tendencia de los deportes hacia una reglamentación y práctica establecidas de manera cada vez más precisa y el mayor control que se ejercía sobre ésta significan la progresiva pérdida de su carácter lúdico y recreativo; a ello hay que unir el carácter selectivo y elitista de los nuevos deportes, entre otras cosas porque las largas jornadas laborales de las clases bajas que, en muchas ocasiones superaban las doce horas diarias durante seis días a la semana, impedían su práctica. Sin embargo, a pesar de estos aspectos negativos, los deportes acabarían por extenderse a todos lo grupos sociales que buscarían en ellos cosas tan diferentes como el dinero, la fama o el simple placer y diversión, ya fuera como participantes o como espectadores. Durante el siglo XIX deportistas, directivos, empresarios, admiradores, llevarían a cabo un proceso de desprovincialización y reglamentación de los antiguos juegos y recreaciones populares al tiempo que impulsaban la difusión de las nuevas prácticas deportivas orientadas hacia la competición y la consecución del éxito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario